Cuando leía “LAS VENAS ABIERTAS DE AMERICA” de EDUARDO GALEANO, siempre me quedaba
impresionada por la gesta del general Sucre que logro la independencia del ALTO
PERU, convirtiéndolo en república independiente del Virreinato del Rio de la
Plata y denominándolo República de Bolívar en la que hoy se llama Sucre. Eso en
1825.
El pago fue una
bala por la espalda en 1830, a sus 35 años, cuando volvía a Quito tras
renunciar a la presidencia de la República de Bolivia para evitar
enfrentamientos.
SUCRE, la de los
mil nombres, duerme en su hoyo bendito el sueño de los justos. La llegada al
aeropuerto Juana Azurdy, la heróica “generala” mestiza de los ejércitos
independentistas contra el Virreinato ya es una sorpresa: rodeado de picos, minúsculo,
el aire cristalino, hombres maletinados y policías/militares por todas las
esquinas, hasta en la oficinilla de información. Una “militara”, mujer indígena
en traje de emboscada cumple con su deber sagrado a la patria entregándome un
mapa de la capital con la saliva justa y necesaria.
La gente que pregunto
no comprende como llegando en avión me empeño en coger un bus para llegar al
centro, sobre todo cuando los taxis sobrantes te persiguen a saldo (25 Bs) por
los 6 km de carrera.
“Pare el bus que
pone “Mercado Campesino”, ellos le llevan a la nueva Terminal y de allí otro al
centro”. Me espeta un jovenzuelo que se afana por alcanzar su transporte
cotidiano. Me acomodo entre los faldamentos y cestos de las mujeres indígenas
que vuelven del mercado luchando por no romperme los dientes con los frenazos del
que maneja. ¡Ellas, todas impertérritas! Tres bolivianos que hago llegar al
chofer pasando de mano en mano.
Polvo gris, mas
polvo, nubes de polvo gris amenazan con engullirnos, pareciera que estuviéramos
descendiendo al cráter de Chuquicamata y la Blanca no aparece por ninguna
parte. Son las obras de la nueva carretera de acceso a Sucre, la que les
salvara de todo mal.
Subo por la calle
Loa hasta la plaza central, la 25 de Mayo, e intento varias de las
recomendaciones de “la azul”esta vez pero, confirmación inmediata, NADA
ADECUADO PARA UNA MOCHILERA JUBILADA MARCHOSA. Jajaja!
Gran
manifestación en frente del Ayuntamiento, donde en 2008 se desarrollaran los
hechos más vergonzosos de la historia reciente del
Departamento de Chuquisaca, en la propia capital de la nación. ¡Ya empezamos! Me digo, mientras trato
de informarme del asunto. Parece que el Gobierno central ha decidido reducir la
desbordada plantilla de “colaboradores”en las oficinas municipales, y eso, ya
sabemos que no es tarea fácil. Una vez colaborando no hay quien suelte la teta.
Finalmente el
corazón me dice que entre en el Hostal LA RECOVA SUR, en la esquinita
Loa/Ravelo y no me engaña. Casa colonial con bello patio y mejor desayuno
buffet: impecable, asequible, tranquila y, sobre todo “boliviana”, que es lo
que a mí me gusta.
Hoy decido tomármelo con calma, que los 3000 mt
de Sucre se notan. Subiré hasta el Monasterio de la Recova y por el camino una
de monjas y otra de indígenas de Tarabuco.
Las CLARISAS se
atrincheran en un edificio de principios del siglo XVII, parece una fortaleza,
con un patio desolado donde se encuentra el torno. Cerrado a cal y canto. Ya en
el portón me doy de bruces con una mujer joven, blanca ella, que lleva de la
mano una niñita etérea.
“? No se puede
entrar en la iglesia, visitar el museo?”. Parece que hoy ya está cerrado, pero
ella va comprar hostias, va a llamar a la monja del torno tirando de la cadena
de la campana y yo sino quiero hostias, que no quiero, podré comprar naranjas
en almíbar que son una delicia de las madrecitas.
Hablando de
orígenes me cuenta que la familia de su marido son los Marquiegui, vascos, y
que ellos le pusieron a la niña Maité como la canción del grupo Mocedades que
adoraban. Y allí empezamos a cantar a la espera de la monja tornera.
Una voz rompe el
hechizo. La señora Markiegui se va con sus hostias y Maite a preparar una
fiesta de cumpleaños. No quedan naranjas, sin embargo tendremos unos higos
deliciosos en almíbar dentro de una hora. Volveremos, le prometo
Con la cuesta cada vez más empinada y la
lengua mas afuera llego a La Recoleta. Un funeral de ricos despliega toda su
parafernalia, decido no entrar no sea que el espíritu del difunto se encarame a
mis espaldas. Es una plaza vastísima, porticada con una vista omnisciente
(pienso en el ojo de su dios) de La Blanca. Un café en terraza para turistas
dolarizados que deseen ayudar a los niños de la calle, chavales aviesos se
entremeten entre los puestos de artesanía. Un museo tienda de finos textiles de
Tarabuco me encandila, el ASUR, con sus piezas únicas, verdaderas obras de arte
cuya venta ayuda a financiar el proyecto RENACIMIENTO DEL ARTE INDIGENA.
Bajando entro en
un taller de mascaras y casa de alquiler de trajes para danzas tradicionales.
El dueño me recibe con los brazos abiertos y me va explicando los entresijos de
su negocio.
“Ahora hacemos
muchas mascaras de aluminio pintado, es más ligero y más barato, para los
CARNAVALES DE ORURO”. Y le dejo poniendo orden a todo ese mundo de diablos,
cholas y …
La monja tornera
me espera. Llamo.”? Traes los higos en almíbar? Es tarde, te he estado
esperando.”
“Que no, hermana.
Yo solo quiero comprarlos, que dice la Sra. Marquiegui que son deliciosos”.
Y termino la
cuesta con un frasco de higos en almíbar a 25 Bo que pegotearían
todas mis andanzas en Bolivia y la certeza de haber sido santamente engañada.
Claro es que la
madrecita nunca me dijo que los HIGOS EN ALMIBAR fueran un producto elaborado
en la casa, CONVENTO DE SANTA CLARA…
¿Y para comer?
Nogada de pollo en el Mercado Central, que resulto de cacahuetes pero
igualmente sabroso.
Secreto: no
levantarlos ojos de plato, por si acaso..
FOTOS: Cortesía
de GOOGLE
Sucre, bella y apacible ciudad, en apariencia. En el justo medio entre los sudores de Santa Cruz y los jadeos del altiplano.
ResponderEliminarToda bendita! Como por nuestras tierras...
Saludos
Siempre me sorprendes con tus escritos, deliciosa descripción de Sucre.
ResponderEliminarLos higos en almibar deben estar buenísimos.
Eres mi corredora de mundos y no se te escapa ningún detalle.
Un beso muy grande Igoa
Por fin me han instalado otro moden. Ya va el tercero! Asi es que me apresuro antes de que se avecine la catastrofe...
EliminarGracias, hermosa! Los higos? Pues si, aunque aun los siento en los dientes. Jajaja! Como los pestinos de tu tierra. No?
Besos
Excelente artículo sobre un interesante pueblo....
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Mark, seguro que te gustaria Sucre y su historia controvertida.
EliminarSaludos
La Ilustre y Heroica Sucre fue mi primera ciudad de altura, allí tomé mi primer té de coca y me perdí por sus cuestas y sus llanos sin dominar mis pasos. Dormí en una casa cerca de La Recoleta y pude disfrutar de sus luces y sus sombras, todas brillantes. Me avivas un recuerdo imborrable de vida, historia y geografía que siempre me acompaña.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Me alegro haber avivado tus buenos recuerdos de Sucre. Ciertamente es una ciudad 'amiga" DEL TURISTA. Se tiene la sensacion de estar en casa, es facil hablar con la gente...
EliminarLa coca, yo, a punados, que la altura me cae como una losa.
Un abrazo
Es verdad, a mi me choca mas que les extrañe a ellos que busques un bus en vez de pagar un taxi viniendo en avión. Lo del ahorro y administrarse lo que tienen no es su fuerte, parece.
ResponderEliminarEl viaje y como lo cuentas, aparte de llevar la cruz de la mochila por esas altitudes, es insuperable. Por apreciar detalles de viajero con alma, y contar lo que ves y no lo que te cuentan.
Sobre mujeres indigenas o mestizas en armas, no veas un anuncio de TV que denota donde llegamos por el afan de vender.
En que TV has visto ese anuncio? Ya me gustaria verlo.
EliminarEsta vez me han tocado 25 dias de suplicio, atiborrada de hojas de coca y pildoras de sorochi, que no podia ni dormir. Me juraba que la proxima vez ni me acercaria al Altiplano. Pero la verdad es que es de una belleza grandiosa. Tu, estarias en extasis!
Besos
Igoa: uffff..yo no puedo con al altura..pero me ha encantado tu reportaje y las fotos...gracias por hacernos viajar desde casa y conocer otras culturas. Gracias por tus palabras en mi blog..besos
ResponderEliminarGracias a ti, hermosa, que nos alegras la vida. Tu eres de bajio, com yo... pero con la hoja milagrosa no hay cuesta que se te resista. Jajaja!
ResponderEliminarNos vemos pronto!
Besos